En las últimas dos décadas más o menos, el ciclismo de montaña alpino ha pasado de ser un deporte de nicho disfrutado por aficionados semi-serios y ciclistas competitivos a ampliar su atractivo considerablemente para incluir otros grupos demográficos. Algunas campañas de marketing oportunas, junto con el encanto natural de la zona, han hecho que muchas personas se vuelvan hacia las montañas francesas y suizas como destino potencial para unas vacaciones activas en familia o en pareja.
Con este aumento de popularidad vino, por supuesto, un auge paralelo en las ventas de bicicletas deportivas, es decir, bicicletas de montaña. El ciclismo de montaña alpino es considerablemente más exigente, en términos de robustez y características técnicas, que el ciclismo de carretera, y muchos entusiastas potenciales que desean participar en esta actividad se ven obligados a comprar una bicicleta nueva y mejor. Y ahí, normalmente, es donde empiezan las dudas.
La razón por la que tantos aficionados se preguntan qué bicicleta es la mejor tiene que ver con el hecho de que este es un campo eminentemente técnico. La mayoría de las personas tienen nociones muy vagas sobre los diferentes tipos de bicicletas disponibles en el mercado, y tan pronto como la conversación se desvía hacia lo técnico, comienzan las miradas de venado en los faros.
Es por eso que este artículo no pretende ser una guía muy técnica y llena de jerga sobre la configuración ideal de una bicicleta para el ciclismo de montaña alpino; más bien, es una descripción general de los dos tipos de bicicletas que pueden elegir hombres y mujeres que simplemente deseen disfrutar de unas vacaciones activas antes de lanzarse a las pistas francesas o suizas.
Todo sobre la bicicleta
Al contrario de lo que puedan pensar los menos informados, estas bicicletas no son el único tipo de ciclo apto para afrontar las pistas alpinas. Si bien son el tipo de bicicleta más popular que se ve en la zona, y siguen siendo el tipo de bicicleta más vendido en todo el mundo, los visitantes de los Alpes también pueden optar por una bicicleta híbrida para lograr un buen rendimiento en la pista.
Como su nombre indica, un híbrido es adecuado tanto para carretera como para pista, así como para ciclismo todoterreno. Si bien aún no se ha fabricado una bicicleta que pueda ejecutar ambas funciones a la perfección, los híbridos tienden a realizar cada una de ellas a un nivel lo suficientemente alto como para constituir una alternativa viable.
En comparación con las MTB, las bicicletas híbridas cuentan con neumáticos más delgados y suaves que normalmente se encuentran en las bicicletas de carretera, lo que les da una ventaja de velocidad considerable en comparación con sus contrapartes específicas de montaña más toscas. Sin embargo, este tipo de bicicleta aún logra ser considerablemente más resistente que una bicicleta de carretera, combinando así las mejores características de ambos tipos de vehículos en un paquete práctico.
En última instancia, depende del ciclista decidir qué tipo de bicicleta se adapta mejor a sus necesidades. Al hacerlo, deben tener en cuenta, por ejemplo, en qué tipo de ciclismo de montaña alpino participarán: para una mezcla de ciclismo de carretera y todoterreno, una bicicleta híbrida será mejor, mientras que un ciclismo de pista o de descenso más sencillo podría ser mejor con una bicicleta de montaña ‘pura’. Sin embargo, sea cual sea la decisión final, es importante que los ciclistas sepan qué están comprando (y por qué) antes de salir a buscar la bicicleta perfecta.