29 de enero de 2010
Los desafíos para nuestro equipo comenzaron en Mendoza al comienzo de nuestro viaje, cuando uno de los miembros de nuestro equipo no llegó con su equipaje. No es el fin del mundo, pero sí un obstáculo. ¡Al final logramos que tuviera algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul!
Con los quehaceres mendocinos hechos nos dispusimos a escalar la montaña. Todo el mundo estaba fuerte y en forma y listo para escalar. Basecamp fue nuestro primer objetivo… Todos lo consiguieron, aunque poco después tuvimos que despedirnos de un miembro del equipo porque algunas ampollas eran demasiado desagradables para superarlas. ¡Es un soldado y volverá!
Durante los siguientes días hicimos nuestros acarreos a través de los diferentes campamentos y tuvimos nuestros ojos en la cumbre todo el tiempo… Día de la cumbre: nublado y nevado, pero manejable… Descendimos con algo de clima pero nada que el equipo no pudiera manejar y a las 12 horas de ida y vuelta hicimos bastante buen tiempo!
Nos despertamos en la mañana del 25, armamos el campamento y caminamos las 3.5 horas desde el Campamento Alto hasta Plaza de Mulas (es decir, el campamento base en la Ruta Normal, que brinda una salida más conveniente). Disfrutamos de los placeres rudimentarios que brindaba el campamento base, como pizza, coca cola, mesas, sillas, carpa dura, etc. A la mañana siguiente, cambiamos nuestras botas y atuendos de montañismo por botas / zapatillas de trekking y rápidamente despachamos la caminata de 16 millas con una sonrisa. en nuestras caras sabiendo que el Aconcagua tuvo la amabilidad de dejarnos pararnos en la cima y caminar a salvo.
Terminamos el viaje en un lindo y pequeño restaurante aquí en Mendoza que, créalo o no, ¡fue calificado recientemente como el séptimo mejor del mundo! No decepcionó. Excelentes bistecs, vino y un ambiente maravilloso.
¡A estas alturas, la mayor parte del equipo se ha ido a casa y el viaje ha llegado a su fin y todos estamos agradecidos por la experiencia!
Salud,
ben